lunes, 31 de agosto de 2009

Premiando...

Vale, va premio a las capacidades de observación y memoria...

Sí, efectivamente, es la versión pública... Creanme, lo hago para protegerles...

viernes, 28 de agosto de 2009

ÚLTIM POTTER (la maldad revelada)

Y bueno, sé que me he tardado lo mío, pero al menos acabé... Y espero terminar con todos los pendientes antes del regreso del jefe... Por cierto, si alguien quiere y puede enviar más colaboraciones, se recibirán cualquier día a cualquier hora... Esperemos que sea lo más pronto posible... Ahora sí, con ustedes el capítulo...

ÚLTIMO!!!
(Antes de continuar leyendo, recuérdese leer el penúltimo capítulo)
Londres, un oficina que no existe en una dirección inexistente. R*sm*r**, la Ministra de Mente Limpia y Descontextualización, se pasea enojada alrededor de su escritorio...

-Maldito seas JC –grita para sí, a dos cuadras los perros empiezan a ladrar, a media ciudad la cristalería estalla en los anaqueles, en Liverpool los bebes despiertan intranquilos en sus cunas-. MALDITO SEAS JC.
En una esquina del despacho, semioculta tras una silla, una figura pequeña vestida de rojo y verde, teme por su vida.

En algún lugar del orbe los alumnos y profesores del Howard the Duck College han logrado sobrevivir al PRIME!!! enfrentamiento sin sufrir heridas ni bajas, parecería que los descontextualizadores están más preocupados por mantenerles a raya que en vencerles... Pero eso, seguramente, es sólo una impresión momentánea.
Al centro de la batalla, rodeado de la elite de su ejército, Jonzzdelmore observa a sus contrincantes, buscando marcas específicas entre ellos, las llaves de su victoria... Un poco hacia la izquierda, hacia el fondo, distingue un grupo muy unido; sonríe.

-Oook –anuncia el gorila verde.
-Al parecer lo ha encontrado –comenta Gouel a la Nane.
-¿De verdad? –pregunta ella-, a ver; léelo.
-Oook, ugu, ok ok ok...
-Sí, sabía que era una pésima idea desde el momento mismo que lo dije... Goule, léelo tu.
-Bien... ejem, ejem... Mi, mi, mi... Do, re, mi, fa, sol, la, si... Ya está:
Siete llaves tiene el reino, una de ellas se encuentra oculta en el corasón de aquel que todos llaman traidor. La segunda se haya en la boca de quien dice ser aliada. De las restantes, cuatro habitan en la mente y cuerpos de cuatro jóvenes, La última, sin la cual las otras seis son inútiles, le fue arrebatada con mentiras al elegido.
Siete llaves tiene el reino, de reunirlas, el presunto traidor y la autoproclamada aliada revelarán sus verdaderos rostros...
-Continua Gouel.
-mmm... Herm... b... b... b... b... b...
-Gouel, el libro está en tus manos, no en mi escote.
-Oook.

La batalla, si bien sin víctimas, ya afecta el paisaje; salvo una pequeña alfombra de tréboles rojizos entre dos elevaciones del pálido terreno y a la orilla de un gruta, ninguna vegetación sobrevive. Frente a ella, tratando de mantenerse alejados del enfrentamiento, tal cual se los ordenara Johnbledore, los cinco amigos intentan averiguar qué bando va ganando...
-B52.
-Maldición, me disté.
-Con ésta ya vamos 5 a 4 favor las mujeres –se ríe Irredenta.
-Y cómo no va a ser así si están jugando cinco contra dos... Digo, el Samurai cuando es hombre o quimera trata de ligárselas y cuando es Elsa Murai juega en nuestra contra... Además, tal vez nos iría mejor si mario lograra recordar que jugamos Batalla Naval y no Damas Chinas.
-Nada que –interrumpe Kiryë-, esos son pretex...
-¡alfil negro cuarta línea de rey!
-¿Ves?
Algunas ventajas tienen quien juega pudiendo cambiar de forma... Lenta y completamente inadvertidos, un gato y un ornitorrinco se acercan al grupo...

No muy lejos, en otra parte del campo de batalla, Kaligula descubre a Calpurniahan charlando en secreto con Ernesto... En medio del estruendo le es imposible escuchar, pero los gestos son amistosos y las sonrisas que mutuamente se dedican, lucen sinceras...
-Vayámonos de aquí –dice Diestra en lenguaje de señas.
-Por una vez estoy de acuerdo con mi hermana –Completa a señas Siniestra-, vayámonos antes de que nos descubran.
Lentamente, tan inadvertido como se puede en medio de una batalla campal (y eso es MUY inadvertido), Kaligula se aleja con sus amantes, amigas, cnquista y extremidades superiores...
-Mírala que bonita que se ha puesto –Calpúrniahan presume las fotos de su hija a Ernesto.

-Si entiendo bien (y todo parece indicar que soy la única persona de este grupo capaz de hacerlo con algún grado de coherencia), la profecía nos está indicando que hemos actuado precipitadamente y en el bando incorrecto.
-Ad... mmm... Da... mmmm.
-Gouel deja de babear o, por lo menos, deja de hacerlo tan cerca de mis pechos.
-Oook?
-No, Sr. Gorila, no creo que tratara de hablar contigo... Y no, no vas a encontrar bananas dentro de mi escote.
-Ooook.
-Bien, no me dejan otra opción, tendré que quitarles las distracciones...
No hay periodo de transición, no un proceso de metamorfosis; de pronto donde estaba la Nane vestida de Power Girl aparece She Hulk con el uniforme desgarrado y el escote circular considerablemente más grande (vamos, siguiendo la tradición de las superheroínas de cualquier compañía, del uniforme sobrevive apenas la suficiente tela para fomentar el síndrome de pezón huidizo)
-Bien, creo que ésta tampoco fue buena idea –dice en voz alta la mujer verde mientras se observa el torso, abdomen, caderas e ingle prácticamente al descubierto.

-Miren –dice Kiryë a sus compañero- que pareja tan extraña.
-Ciertamente –la secunda Irredenta-, un ornitorrinco no es la compañía que una esperaría de un gato amarillo, atigrado y prácticamente callejero.
-¿un ornitorrinco, dices? – se interesa mario-, eso me recuerda algo... pero ¿qué?
-¿Un ornitorrinco? –dice Últim Potter mientras se incorpora apresuradamente-... ¡¡¡MALDICIÓN, CORRAN TODOS!!!
Como un solo individuo, los cinco amigos se apresuran lejos de la extraña pareja animal, pero no todos son los suficientemente rápidos. Retrazándoce intencionalmente para facilitar la huida de sus amigos, Potter queda demasiado expuesto a la zoológica mirada y observa asombrado como el ornitorrinco se transforma mágicamente en Jc Dt.
El profesor lanza un certero rayo que da en el costado izquierdo del pecho del joven mago, dejando al descubierto la cicatriz en forma de ave flamígera... No tanto una cicatriz como sí un hueco, como se alguien hubiera arrancado con malicia y mentiras la pieza clave que daría sentido al rompecabezas.
Lo último que ve Últim Potter antes de perder el conocimiento es la fotografía alejarse arrastrada por el viento de su bolsillo destrozado...
Lejos, muy lejos, en otra historia, ella lo recuerda por un momento y, sólo porque el universo tiene esas y otras coincidencias, sonríe pensando él. Y tal vez, sólo tal vez, es un gesto de ella lo se necesitaba para cambiar el mundo.

Su salida de la biblioteca no es, ni remotamente, tan discreta como su entrada al edificio... No es que importe demasiado, pocas criaturas hay en éste o el mundo mágico que se atreverían a poner resistencia a una mujer esmeralda de más de dos metros que carga sola a un mago babeante, un gorila verde desconcertado y el grimorio de las profecías más secretas.
-Si ya lo decía mi madre –refunfuña la Nane para sí misma-; cuando quieras algo bien hecho, déjalo en manos de una mujer...
-V... A... M... R... (pero que bonitas cosas hace dios para sus hijos)... R... A... M... D... P
-Ooook?
La Nane ignora halagos y comentarios soeces... Toma su carga con una sola mano y marca un número en su teléfono móvil...
-¿Jefe?... Soy yo... ¿Nos puede trasportar? Hay algo que juro que quiere saber...

Cómo darte cuenta de paso del tiempo estando inconciente... Últim Potter tienen hoy un mejor despertar que el anterior; en vez de la versión masculina de El Samurai observa a todos los magos, alumnos y profersores rodeándolo, en primer plano Jonzzdelmore le contempla y ofrece la mano... Directamente atrás de él, Johndelmore sonríe como aprobando.
-Levántate y anda, niño, tenemos que buscar las llaves.

R*sm*r** se desespera por enésima vez en la última hora...
-¿Qué demonios ha pasado? ¿Por qué no se han comunicado tus presuntos espías, Blanco Humano?
-No sabría decirle, jefa, se supone que están bajo influjo del fluido jokerizador... Sólo dejarían de cumplir su misión en caso de que estuvieran muertos (o un mago muy poderoso los hubiera curado, pero eso mejor no te lo digo, que tienes el genio muy disparejo).
-¿Qué dijiste?
-¿Yo? No, nada... Que seguramente es cosa de magia... Sí, eso.
-Eso es lo que me disgusta de la magia y de las mente demasiado libre; s{olo traen anarquía a los planes mejor elaborados... Por eso conseguiré las llaves del reino, para traer orden y no permitir nunca más que los locos se encuentren entre ellos sin orden ni control... Sí, ese será un mundo perfecto...
Un estruendo increíble interrumpe el monólogo al que todo villano tienen derecho... Desde el hueco que fue la pared de la Oficina de la Ministra para la Mente Limpia y la Descontextualización, Jc Dt,Últim Potter y los alumnos y Prefesores del Howard Duck College, la observan...
-Creo, amiga –se adelanta Johnbledore-, que el mundo tiene otros planes para su futuro...

La batalla fue ganada, la guerra fue ganada y, por lo menos en el mundo mágico, el encuentro de los locos empezó a construirse un futuro distinto, uno en el que las mentiras del imitador, la violencia del ridículo usurpador ni el silencio que el aprendiz de dictador impone tuvieron ya poder.
Un final feliz, sí... Pero no para todos...

Epílogo
Han pasado meses desde la victoria. Hoy los amigos esperan a Últim Potter en su cuarto... La habitación está vacía y la cama no ha sido usada en mucho tempo (eso, para el joven mago, es casi normal)... Sobre el monitor apagado de la computadora de escritorio, una nota manuscrita con manos no habituadas a este ejercicio...
“Ya que vuelves a acercarte una vez, y preguntas qué es lo que acontece entre nosotros, tal como acostumbrabas verme en otro tiempo, me vez aún en medio de los tuyos.”
Mefistófeles
Goethe; Fausto, prólogo en el cielo
Fuimos todo y fuimos nada. Fuimos todo lo que nuestros presentes límites nos permitieron; fuimos la nada a la que no cruzarlos nos condenó. Por el todo que fuimos y el todo que nuca fuimos, mis palabras, las obvias; la despedida.
No se engañe nadie, no, pensando que estos párrafos hablan de nostalgia anticipada, de la memoria que se evoca como quien dice hasta nunca. Tanto más, es ésta una despedida de carnaval, una leve reverencia y una sonrisa sardónica, como quien se quita el tricornio adornado de cascabeles y se despide diciendo hasta pronto.
Nos seguiremos encontrando, de ello no haya duda; nos seguiremos encontrando, sea que lo queramos o no, sea que nos reconozcamos o no. Nos seguiremos encontrando en estos pequeños caminos... Construyendo imposibles unos, los necios, condenados al posible, los más. Nos seguiremos encontrando.
Por eso, no está en estas líneas la nostalgia. Sólo despedida... Despedida, sí, pero sobre todo; agradecimiento.


Decir que hace tiempo empezó el camino que hoy termina es, cuando menos, un imperdonable uso del lugar común y, no se dude, profundamente inexacto. Hace tiempo nuestros caminos convergieron y, en este lapso, se han separado y vuelto a encontrar en innumerables ocasiones. El camino no comienza, no termina; el camino no lleva a ningún lado, salvo a aquel al que nuestros píes nos conducen.... Aquel al que nuestras elecciones nos llevan.
Hace tiempo, y aquí empieza la autobiografía, me encontré en la disyuntiva de seguir el camino elegido o emprender nuevas aventuras, acompañado de quien fue inesperada y maravillosa, de quien no compartía mi biografía ni mi tiempo. Se crea o no, no me arrepiento de la elección hecha.
En este tiempo encontré entre los distintos a mi igual, como quien dice; diferente. De su nombres apropié mis pretextos y en su compañía construí rutinas y variedades. A su lado emprendí el mundo, como quien dice, seguir cambiándolo, seguir cambiándonos.

Las sonrisas varían, algunas se fueron y otra, los más querida, a pesar de todo, permanece. Hubo y hay sombras, mera escenografía y, a pesar de las mentiras que se actúan; compañía. Me construí en la simpatía o el punto opuesto, pero nunca, no se dude, en la rivalidad.
Con nadie competí, porque la vida (dijo alguien más) es búsqueda y no carrera. No fui tolerante, eso es cierto, con quien consideré equivocado o demasiado soberbio. Pero, al menos eso espero, toleré a quien me consideró equivocado o demasiado soberbio.
Cometí errores, no lo dudo, pero no son estas líneas mi disculpa, sólo su reconocimiento. Ofendí a quien no quería y fije blanco sobre quien lo merecía. Ofrecí mi confianza a personas equivocadas y les di con ello las armas para su traición, para su usurpación.

Cometí errores y me equivoqué con profusión. Por ello perdí compañías invalorables, la de quien siempre fue ausencia y la de con quien compartí meses de mi vida.

De nada de ello me arrepiento, porque solo los muertos no se equivocan. Lamento las perdidas, pero no me arrepiento de las elecciones hechas. De mis aciertos, de mis errores y de las traiciones aprendí a cambiarme al mundo, que es decir; a serme fiel.
A todos, a la ausencia, a las compañías (permanente o efímeras), a los extraños; a todos, gracias. De todos aprendí, y a todos aprehendí. Hasta aquí la autobiografía.


Compartimos caminos y de las experiencias mutuas nos construimos. Nadie sale igual que entró. Nadie sale sin heridas, pero, sobre todo, nadie sale sin flores en la memoria.
Lo dijo alguien más; aprendí aquí que sentir con la tripa sirve más si es pensando, que dos más dos no son cuatro, que el asalto al cielo es como tallar madera y que el que sueña despierto, tiene los pies en la tierra. Lo dijo alguien más; me llevo todas las noches en vela, el olvido del tiempo, el peso de la ausencia, la sal de su mar, el deseo de seguir viviendo; las ganas de luchar.
Nuevos y viejos horizontes se abren y hacia ellos caminamos, caminaremos. Los dijo alguien más; “me acercó dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar”.
Seguiremos caminando y, por ello, nos seguiremos encontrando. Seguiremos caminando y, por ello la despedida, pero no la nostalgia anticipada, no la tristeza de quien se despide diciendo hasta nunca. Tanto más, una despedida de carnaval, una leve reverencia y una sonrisa de gato de Cheshire, como quien se quita el tricornio adornado de cascabeles y de se despide diciendo hasta pronto.

Ilustración, trama y texto de Mario Stalin Rodríguez
Necio Hutopo
Sobre una idea muy (pero que MUY) general de John Mismo

Y ya está. anora me pongo a trabajar en lo del... mmm... cocinero?

martes, 25 de agosto de 2009

Perdón, perdón, perdón... De premios, anuncios y explicaciones

Sé que hoy debería haber publicado el ÚLTIMO capítulo de Últim Potter... Pero, creanme, entre el trabajo normal, el trabajo atrasado por motivos hospitalarios, mi intento de mantener una vida social mínimamente aceptable y agradecerle a quien se lo merece la compañía en mis peores momentos... Además de un ligero pero inmovilizante bloqueo creativo... Pues eso, que a causa de todo ello no he podido terminarlo... Así que atendamos algún pendiente...


Esta es la versión completa de Wolverine Vouyerista a la Capacidad de Observación... Se publica ahora puesto que la premiada ya lo ha recibido y tiene el original en sus manos.

Anunciar que tenemos ganadora del anterior concurso paralelo... Y es que esta mujer está imparable... Ahora habrá que ver qué pide de premio...

Y, finalmente, que espero poder terminar lo que debe ser publicado para mañana o el Jueves en la mañana ibérica a más tardar...

lunes, 17 de agosto de 2009

Los Habituales Quest (2)

Siguiendo con la colaboración entre el tocayo mario y un servidor, las siguientes tres páginas de la historia...



Próximamente lo que sigue...

viernes, 14 de agosto de 2009

De Premios y Manzanas...

Decíamos ayer...

Primero lo primero; a la siempre atentísima y guapa Rebeca, el premio

WOLVERINE VOUYESRISTA A LA CAPACIDAD DE OBSERVACIÓN
por haber averiguado quién de los habituales era el protagonista de esta historia...

Después, a Kiryë, tarde pero sinceramente

FELIZ CUMPLEAÑOS
una manzana y pastillitas antialergénicas.

Y al último, y por ello más importante, agradecer a la muy apreciada Darkie su amistad y por el premio que con el que me honra...
y me disculpará, espero, si no sigo las instrucciones, pero dos de los blogs que podría premiar también fueron honrados con él y un tercero (el de una amiga a la que, obviamente, aprecio muchísimo y a quien nunca terminaré de agradecerle ciertros detalles que tuvo y aún tiene) ya lo recibió anteriormente.

Y bueno... Ya volví, pueden seguir mandando colaboraciones, prometo que a partir del Lunes me pongo a actualizar...

martes, 4 de agosto de 2009

ÚLTIM POTTER

Esto tal vez no sea lo que John Mismo esperaba ver cuando envio su colaboración para este blog, pero él escribía...

La idea es hacer un episodio de Harry Potter con Los Habituales como personajes. Los principales serían un servidor como Dumbledore (...) Para el papel de Hagrid estaría bien poner al poco habitual Bjornir sólo por (...) ver las bromas que se pueden gastar al ser tan pequeñito, cuando Hagrid es un gigante. Por último el personaje calvo de Voldemort recaería en Jotacé por la calva prominente que tiene en sus dibujos (...) El resto de personajes los dejo a su libre albedrío, aunque me sé de quien será Hermione, je, je (...). Por otra parte resérvele al Samu un papel acorde con su afición al cambio de personalidades.


Y concordarán conmigo en que, ante tal peticiíon, lo único que podrìa escribirse era una obra que hiciera honor a la zaga de libros mencionada.

No queda más que dejarles con el penúltimo capítulo del séptimo libro de Últim Potter...


la maldad revelada


3126

La voz de Johbledore lo saca de su ensimismamiento. Guarda el rectángulo de cartón en el bolsillo interior de su túnica, a la izquierda, junto a su pecho. Se une al resto del aún numeroso pero cada vez más reducido grupo de alumnos del destruido Colegio Howard Duck (El edificio del castillo fue destruido en el tomo seis de la zaga; La última descontextualización).

Entre las ruinas de lo que fue el otrora majestuoso comedor central la pequeña multitud se reúne en torno a los profesores sobrevivientes. Últim Potter trata de reconocer los rostros anteriormente afables en las figuras demacradas que el prolongado conflicto ha dejado...

Johnbledore Mismo, director del colegio, se sienta al centro de lo que fuera la mesa del estrado; a su derecha se encuentra la profesora McCalpurniahan, quien luce visiblemente preocupada por la suerte de su hija, oculta en un lugar seguro; a la izquierda del director está Hagrid Björnir, el gigante más pequeño del mundo (Para los detalles del tórrido romance entre un enano y una giganta, véase el tomo tres de la zaga; La suerte de Romeo); junto a él se sienta Snape Lograi, Potter no puede evitar sentir un poco de injustificada desconfianza hacia él, como si el profesor hubiera fallado en proteger el más preciado tesoro del joven mago cuando tuvo la oportunidad... Desecha la idea y se llama absurdo, no hay razones ni hechos que justifiquen este sentimiento.

Junto a Calpurniahan está Kaligula Minus y sus mejores amigas; Diestra y Siniestra, quienes, en atención a la situación, han decidido dejar atrás sus diferencias (Conflicto que inició en el tomo dos de la zaga; Un tórrido verano). Más adelante, del mismo lado, se encuentra el Gólem 626, que mira a los estudiantes con sus ojos sintéticos, como ausente.

En el extremo izquierdo de la mesa, una silla vacía. Potter la ve y siente que la culpa le invade nuevamente, en ella debería sentarse el Profesor JC, hasta el momento única víctima mortal del prolongado conflicto... Y todo por culpa de Últim Potter.

Aún recuerda la escena a finales de Junio... La forma en que el profesor miro al reducido grupo de alumnos entre los que se encontraba el joven mago, su sonrisa, la forma en que detuvo sus ojos en Potter, responsable de todo lo ocurrido; “Cuiden todo y tengan pensamientos limpios”, había dicho antes de lanzarse a enfrentar al enemigo desconocido (Más detalles, de nuevo en el tomo seis).


De nuevo la voz de Johnbledore lo regresa a la realidad.

-Amigos, estudiantes; aliados –inicia el anciano Director-. No ha sido fácil para ninguno de nosotros, lo saben bien; muchos de ustedes han perdido contacto con sus familias y amigos, algunos han visto marcharse a sus seres queridos, la mayoría ha tenido que renunciar a su vida anterior para proteger a quienes quieren. No ha sido fácil y lo que está por venir lo será menos.

Un rumor de temor y expectación recorre el grupo... Potter cree percibir un ligero temblor a su lado, su amiga Kiryë se encuentra claramente emocionada, tanto que el Samurai debe abrazarla, ya en los brazos de Elsa Murai parece más calmada, mientras Rokugoca murmura palabras tranquilizadoras... Está claro que, independientemente de lo qué sea, hombre, mujer o quimera, el Samurai Entiende (La explicación de la extraña enfermedad mágica que obliga a este personaje a cambiar de forma, especie y género constantemente se encuentra en el tomo uno de la zaga; El Elegido).

-Parece que esto se va a poner bueno- Escucha Potter que dice Irredenta, la bruja de los colores.

El joven mago asiente.

-No puedo asegurarles que ganaremos –Continua el director-, nadie en su sano juicio lo haría... Sólo puedo prometer que lo intentaremos... Nos dividiremos en cuatro batallones, cada uno bajo el mando de uno de los profesores sobrevivientes. El mío será el más pequeño, conmigo sólo irán Kiryë, el Samurai... Perdón Elsa Murai... Perdón, Rokugoca... Perdón, esa cosa de ahí... Continúo, también me llevaré a Irredenta, mario (El mago perdió la facultad de usar mayúsculas por una apuesta en el tomo cuatro de la zaga; Problemas de juego) y, obviamente, Últim Potter. Ahora, si el resto gusta acercarse para ver a qué batallón estarán destinados, me gustaría que los alumnos que he mencionado me acompañara a mi despacho.

Mientras Potter y sus amigos se reúnen, los alumnos se acercan sin mucho orden a la mesa principal.

-P.D. No olviden dar sus nombres completos.

La gente parece un poco desconcertada al escuchar de nuevo la voz del director.

-P.D. 2. También es necesario que den su talla para los uniformes de batalla.

Algunos cuchicheos se escuchan entre la pequeña multitud. Él es así, se recuerdan, ya deberíamos estar acostumbrados.

-P.D. 3. Olviden eso último, no habrá uniformes especiales.

¿Cuánto más puede durar? Parecen preguntarse los profesores que se miran unos a otros.

-P.D. 4. Por eso mismo será necesario que lleven ropa abrigadora.

Algo malo ocurre, piensa Potter; la cicatriz que su único encuentro con el enemigo le dejó empieza a escocer...

.P.D. 5...

Potter no escucha nada más...


Otro lugar.

Algunas partes de la casa parecen muy antiguas, el resto luce como sacado de una exposición modernista de finales de los 70. En el interior, una figura acaricia a un gato frente a la chimenea. A sus espaldas Ernesto Maldonado no puede evitar mirar su calva y pensar en toda la maldad que de él emana. Maldad que ejerce una poco habitual atracción sobre el menos habitual de sus colaboradores. Sentimientos contradictorios que resume en la frase que surge como un murmuro de sus labios.

-Es una p*ll*...

No es posible saber si el gato entiende las palabras o algo más lo asusta, pero se encrespa rápidamente, araña los verdes muslos de quien lo sostiene y sale disparado, más veloz que una chochoa de Flash.

-¿Hay algo que quieras decirme mi joven aprendiz? –La voz suena autoritaria, como acostumbrada a enseñar, como venida de otro mundo.

-Sí –contesta el joven-, me parece preocupante que no hagamos nada... Digo, sabemos dónde están los magos, sabemos qué están planeando... Pero no hacemos nada.

-Serenidad y paciencia –un breve muajaja se cuela entre sus labios-, Sputnik ya vigila la reunión desde el aire y he logrado que Ca_in se infiltre entre los estudiantes... Tranquilo mi joven colaborador; estaremos preparados para cuando ellos vengan.

Jonzzdelmore cruza los dedos y sonríe, mientras su ojos rojos contemplan el fuego... En otra habitación, semidormida en su cuna, la heredera repite el gesto hasta en el menor de los detalles.


Debe haber peores formas de despertar, debe haberlas... Pero para nuestro joven aprendiz de mago la peor de todas, en este momento, es abrir los ojos y encontrase con la cara de una versión masculina de El Samurai acercándose para darle respiración de boca a boca.

-¿Qué ha pasado?-Pregunta Últim Potter mientras se incorpora rápidamente, esquivando los labios femeninos de Elsa Murai.

-pues verás –empieza mario-, hasta el momento juan ha descubierto que es el hijo ilegítimo del fallecido don octavio de la reguera y concuera, mientras que jacinto, que hasta el momento se creía hijo único, lucha con sentimientos contradictorios entre el cariño que siente por su amigo/hermano y el deseo de mantener sus privilegios como heredero. mientras tanto sofia se debate con el deseo que siente por quien cree un paria de la sociedad, obviamente; juan y el cariño (que no amor) que le inspira jacinto, sin saber de los más recientes descubrimientos.

Los poderes de resumen que mario ganó al perder el uso de las mayúsculas serían mucho más útiles si no fuera tan aficionado a las telenovelas chilenas (Ver, de nuevo, el tomo cuatro).

-No te has perdido de mucho –le dice Irredenta ofreciéndole la mano-, Johnbledore recién ha acabado con la P.D. 57... Si me preguntas, esto es más aburrido que una clase con Oleaque.

-No lo nombres –Dice Potter mientras se incorpora-, no sea que lo invoques. Vayamos al despacho antes de que diga las siguientes 18 postdatas y se de cuenta que aún estamos acá.

El grupo empieza amoverse. Es Kiryë quien descubre algo en el suelo donde yacía el joven mago, se agacha y lo recoge.

-Creo que esto es tuyo –le dice tendiéndole el rectángulo de cartón.

Últim Potter agradece con la mirada ausente, toma el objeto y lo observa...


Ella se ha marchado

Desde la foto sus ojos le miran enmarcados por su cabello quebrado y alborotado, su sonrisa, aquella que iluminó tantas noches, se ofrece, como invitando... Otro tiempo, otro mundo; antes de la sombra.

Ella se ha marchado... Pero eso es parte de otra historia (Como se vio en el tomo cinco de la zaga; De finales y nuevos comienzos).


-Oye –comienza a decir Irredenta, mirando por encima de su hombro- ¿Acaso ella no es D...

-No es nada, compatriota –le interrumpe el joven mago, mientras guarda la fotografía en el bolsillo interno de su túnica, a la izquierda, junto a su pecho-; sólo un recuerdo.

Esboza una sonrisa triste.

-Mejor nos movemos –continua-, con suerte podremos asaltar el minibar del despacho antes de que Johnbledore nos alcance.


Entre los oscuros pasillos de la biblioteca del Ministerio de Magia, tres figuras se mueven furtivas.

-¿Creen que de verdad esté aquí? –Pregunta la Nane enfundada en su traje más discreto, el de Power Girl-. Digo; llevamos como siete horas buscando y, hasta el momento, nada.

-Debe estar –responde Gouel desde atrás-, de otra forma Johnbledore no nos habría enviado aquí. Es sólo que no hemos buscado en el lugar correcto.

-Oook –confirma el gorila verde que se mueve a sus espaldas.


Johnbledore Mismo mira con desaprobación el estante vacío que fuera su minibar. Observa a los cinco estudiantes reunidos en su despacho, tratando de adivinar los síntomas de una incipiente borrachera en alguno de ellos; un esfuerzo inútil (los estudiantes del Colegio Howard Duck aprendieron a utilizar el alkazelsium y el sobredosisdecafeinun en el tomo tres de la zaga).

Finalmente se resigna.

-Eres el elegido, Potter –comienza-, de ello ya no hay ninguna duda. Por ello es que corres mayor peligro en el enfrentamiento que está por venir, el enemigo tratará de llamarte a su bando y mucho me temo que no estoy seguro de que puedas resistírtele.

Una genuina preocupación recorre al grupo, la mayoría por las palabras del director del colegio, el Samurai por haber tomado tanta cerveza, no saber dónde se encuentra el baño más cercano y si debería utilizar el de mujeres o el de hombres.

-Por eso es que he conformado este grupo en particular –continúa el director dirigiéndose a los cinco presentes-, para protegernos de esa posibilidad. Pero antes de decirles cuál sería su papel si Potter cae en la tentación, debo saber si cuento con su absoluta fidelidad.

Todos asienten preocupados, incluso el joven mago... Sí, él sabe bien qué tan fácilmente caería en la tentación, sobre todo si el enemigo le ofreciera aquello por lo cual vendería su alma.

-Haga lo que considere necesario, director –dice mientras inconscientemente mueve la mano a la altura de su corazón.

-No esperaba menos de ustedes mi de ti, Potter –responde Johnbledore-. En fin, durante la batalla por venir todos ustedes deberán permanecer juntos, no importa qué suceda alrededor; ustedes deberán permanecer juntos. Si llegara el momento en que el enemigo se encontrara cara a cara con Potter y le ofreciera cambiar de bando y él accediera... Deberán matarlo.

Todos asienten.


Jonzzdelmore se incorpora de su asiento frente a la chimenea.

-Ha llegado el momento – le dice a Ernesto, que aún permanece pensativo a sus espaldas-, convoca a todos, diles que nos veremos en la puerta de la casa. Pero tu no, ve por mi hija y llévala a un lugar seguro... Al pueblo de sus abuelos, siempre ha sido un buen lugar para alejarme de la mirada de los magos.

El joven mago asiente, se acomoda las solapas de su gabardina tipo Constantine y sale del cuarto.


Cuatro escuadrones de magos vuelan sobre sus escobas, a lo lejos, en el horizonte, la solitaria y extraña casa les espera. Se separan para rodear la construcción cuando una enorme p*ll* de luz verde surge de ésta y la destroza... Sólo una columna de homo queda en el lugar al que os magos se dirigían.

La cicatriz de Potter empieza a arder como nunca antes lo había hecho.

De la columna de humo surgen las figuras de los descontextualizadores, los sirvientes más poderosos de Jonzzdelmore y rodean con actitud agresiva el perímetro de la casa destruída. Una figura empieza a dibujarse entre la bruma.

Los magos se detienen en seco sin poder dar crédito a lo que sus ojos ven.

En el centro de la devastación, arrogante y poderoso, se yergue JC DT el profesor que creían desaparecido, antiguos amigos, colegas y alumnos le miran estupefactos.

-Sí –anuncia-, soy yo... Ahora tienen dos opciones; únanse a mi o vayan por ahí, a cagar la vía.

De entre las filas de los magos, algunos, no sabemos si la mayoría, empiezan a dudar...


Texto e ilustraciones: Mario Stalin Rodríguez

Necio Hutopo

Sobre una idea original de John Mismo

(cualquier queja sobre la asignación de personajes, con él)


Ya cada quien inventará para sí su propio ÚLTIMO capítulo...

sábado, 1 de agosto de 2009

El primer recuerdo de Spidey

El notan Habitual Ernesto ha respondido mucho antes a la convocatoria para participar en este blog que muchos (as) otros (as) Habituales... No les da vergüenza?

Cómo?

No... No les da

(una impersonación).

Por Ernesto Maldonado Lozada

Ok, ya sé que a estas alturas todos creen que mi vida sentimental es un asco, que todos me molestan porque aún vivo con mi tía (“¿El ser más poderoso del universo?”, ¿Qué se han creído?). Pero puedo decir algo a mi favor: yo también tuve una primera vez, y tengo que confesarlo: fue con cierta chica que es el amor perdido de cierto colega con cuernos que vive en la misma ciudad. ¿Qué no me creen? Nchts, tendré que decirlo, a ver…

Era todavía un adolescente (¿Otra vez se ríen?), y mi carrera como héroe apenas empezaba, pero ya había oído hablar varias veces de ella: la asesina griega, que en ese momento trabajaba para un gordito de cuyo nombre no quiero acordarme. En fin, ocurrió una de esas noches en que se me acabó el fluido arácnido y me tuve que ir caminando a casa (y sin dinero, para variar).

Así que tomé un elevador para bajar del edificio donde me atoré, y al abrirse las puertas, fue a ella a quien me encontré. Aún recuerdo esa escena:

(inserte su tinada favorita de Ray Konnif aquí)

Sí, ella y yo juntos, sólo intercambiamos un “Buenas noches”, y la llamé por su nombre. Ella sólo correspondió a mi saludo, de manera seca, pero sentí que no me temía ni le interesaba. Como también iba hasta la planta baja, estuvimos juntos un largo rato. Aún así, no podía dejar de verla, era superior a mí:

No, no había un espejo ahí enfrente.

En ese momento, creí que podía hablarle, no me ha matado ni ha sacado alguna de sus armas aún, tal vez sepa quen soy y ya no le caiga tan mal. Imagínense, mil ideas volaban en mi mente y una era fija: tal vez si ella y yo, … Ejem

Bueno, estaba tan entusiasmado, que no medí cuenta de lo que hacía y lo que me pasaba así que le dije:

-¿Cuál es tu nombre?

-Deja de mirarmelas.

¿Qué?, no, yo estaba…

Adivinaron, todo se derrumbó, ha de decir: chaval mentesucia, idiota irrespetuoso, ¿para eso usa la máscara?. Traté de negarlo, pero nada, tenía razón: divagué tanto que me dejé llevar por su aspecto.

Sin embargo, la naturaleza ya había hecho una travesura en mí, y ahora ella no dejaba de mirarme.

Ay,no… creo que no tiene buenas intenciones.

Lo único que recuerdo despúes es que desperté en un bote de basura con las piernas afuera y un dolor tremendo que no me permitía…. Ejem, ejem. ¡Ya estuvo bueno! , ¡mi recuerdo es así, no me he reído de los suyos, basta!


Por su expedita respuesta, Ernesto se ha hecho acreedor de un dibujo suyo como Constantine con pelo castaño... O bueno, algo así.